Lillian Bassman (1917-2012)
La fotógrafa que reivindicó la fotografía como la prima hermana de la pintura sin pudor.
Fotógrafa de proceso completo, trabajaba en el laboratorio sus copias que retocaba con ácidos, técnica en la que fue pionera. Pocas veces en la historia de la disciplina encontramos estos procesos cuando de fotografía profesional y comercial se trata. Ella lo hacía. T uvo que superar el desprecio de su trabajo en nombre de la “liberación” de la disciplina de todo artificio en los años 60/70. Su método no podía competir con las sesiones informales que estaban de moda. Abandonó entonces la actividad profesional para resurgir a finales de los 90, ya octogenaria y recuperar en vida algo del reconocimiento que se merecía.
Trabajar en fotografía de moda y no caer en la burda cosificación de la mujer es muy difícil y diferencia a les grandes, como Bassman, de les patanes, que se disolverán en este giro de la historia.
La fotografía de moda le deben muchísimo a Lillian Bassman y debiera sonar siempre junto al de otras remanidas referencias masculinas.














